Apuntes sobre mi viaje por las aguas de la psiquis (2a. parte)

La primera parte de los "Apuntes" la leés acá
Puente
Estoy descubriendo un trayecto que experimenta una parte dentro mío, es un recorrido interno que ahora siento con claridad. La parte más activa, la que busca ir más allá, crecer, desarrollarse, la que guía y porta luz. La que no se rinde. Una voz que tiene la impronta femenina, la sensibilidad que puedo imprimir en cada situación de mi vida, como una varita llena de magia los rincones oscuros y descubre colores donde sólo había grises. Esa voz crece, se expande y puedo sentirla en su trayecto hacia el otro lado, cruzando un puente, hasta tomar de la mano a una figura que tiene el mismo rostro pero es su opuesto. Antes de alcanzar a tocarse las manos, se alargan en el aire los dedos con una estela iridiscente y llegan esos destellos a juntarse, a mezclarse entre sí en una danza, se expande el puente y en el primer contacto dedo con dedo un chispazo provoca la fusión de las dos manos, los rostros cambian, todo se mueve, se desconfigura.

Antes del contacto, el opuesto yacía inmóvil y se perdía en los laberintos de la mente; preso de la duda y la resignación, agrandaba todo escenario adverso, viendo sólo lo oscuro. La fusión lo transforma, se despierta del letargo y distingue un camino por primera vez, ahora la luz le permite ver. No sólo se diluye la duda que antes era constante, ahora el opuesto tiene claro que no es un trayecto solitario y lleno de terrores, que va iluminado y no a la deriva; pero su misión también es advertir lo que es oscuro y mostrar esa cara opuesta de las cosas para completar el cuadro.
¿Cuánto hace que te has separado de mí?, le oí preguntar a una silueta que se acercaba a otra, las dos enfrentadas, en un espacio dentro mío. Se reencontraron y en el abrazo percibí calma. Algo dejaba de luchar.
Dos siluetas que se abrazan como piezas de rompecabezas.
Me impulsa hacia adelante este giro, esta curva.
Siento a la vida disponible para mí en el abrazo, cuando la mirada es tibia y puedo ver a través del espejo.
Abrazo
Miro hacia atrás como alguien que ha caminado y revisa sus pasos. Desde esta distancia te veo, recorro lo que vivimos, lo repaso con mi memoria y el corazón vibra cuando conecta con tus ojos. Allí veo algo intacto que viene desde otros tiempos y me habla.
Fue ese destello que vi, aquél que me alcanzó hace años, un mensaje que traía algo vivo en medio de la muerte, yo te vi mientras una parte mía moría y tus manos me llevaron a vivir de nuevo. Recuerdo que había también sombras a tu alrededor, y tuve que despejarlas para quedarme a tu lado. Pudo florecer mucha vida, la vimos crecer en la tierra que habitás, con las raíces yendo hacia el oscuro centro donde todo se descompone.
La vida son tus brazos cuando me envuelven. Es el calor de tu cuerpo abrazándome.

¿Qué hacer con la vida cuando se ha cumplido la misión que me llevó a tu lado?
¿Cómo es la mutación de este amor que siento?
El amor como energía vital que recorre mi cuerpo y hoy trae un nuevo mensaje para la vida, un brillo, una nueva luz. ¿Cuánto de este mundo se rompe para que pueda salir otro brote, cuán grande debe abrirse la rendija en este muro para dejarlo crecer?

Es la nueva luz, otro tiempo y una configuración distinta, la que me habla sobre la vida, la vida que late fuerte e intensamente con alegría.
Mi cuerpo se transforma, toda la realidad en torno a mí muta, mientras esta nueva luz penetra mis capas, se expande a través mío, y al tocarte, te invita a ver más allá del cuerpo, a entrar más profundo hasta ver el color y sentir la música.
Recibes
El otro viene.
Te miro:
Tenemos un ser esencial que se siente, se advierte, es lo que realmente somos, no sabemos lo que somos con nuestras mentes, la totalidad es una maravilla y no la conocemos, sólo podemos notar una mínima fracción, algo que quiero tocar, se escapa de mis dedos, lo que conozco es la imagen, la mía la tuya, una imagen que nos asignó nuestra familia, que se incrustó en mí en vos en las miradas y los ecos, con las voces que escuchaba desde que me abrigaba el vientre de mi madre, ahí nos va formando, la manera que nos conduce ese hilo, el que nos une a las historias de nuestros antepasados, nuestra infancia, y nacemos, el parto todo eso va marcando, se dibuja se hace roca, una personalidad artificial necesaria para sobrevivir, necesaria pero muy primitiva.

Mira más allá, un ser esencial, mira que lo puedes ver.
Un ser esencial si lo ves es el rey que habita allí, que se sienta en tu trono central, con música va con un tesoro, te trae algo que no se sabe, que no podrás entender con tu mente, es natural, en el presente te lleva, te deja fluir entre cara y cara sin dejar de ser vos, y te cuesta dejarlo actuar, el ego está generalmente en el pasado, es como fue formado, una jaula, principios que le dictaron y no sale de esos errores, los acarrea todos esos errores tratando de ser el separado del mundo como una isla, el aislado, ese es el ego, hay un ego útil, el que se da cuenta, el útil se da cuenta que se debe abrir, los pájaros nacidos en jaula creen que volar es un error ese es el yo menor, nacido en jaula, el pájaro que aletea en tu corazón es el que debes seguir, el trono en tu esfera central una nave que puede despegar que puede hallar libertad que ya no tiene cadenas, lo notas cuando todo se siente uno en tu Ser cuando se abren tus alas cuando puedes unirte con el viento y abrirte melodía.

Viaje hacia tu llamado interior DEL EGO A LA ESENCIA